La estética de la diversidad

Escribir un artículo acerca del movimiento anarquista y su estética resulta demasiado ambicioso por su complejidad, por lo tanto nos limitaremos a describir lo que vamos descubriendo a medida que avanzamos en el rescate y clasificación de nuestro archivo.

Al cabo de un tiempo, observamos que las ilustraciones y otros elementos gráficos (tipografías, viñetas, logotipos e isotipos, etc.) responden a una temática estrictamente social en algunas publicaciones, mientras que en otras el planteo es más amplio, contemplando la difusión del arte como objetivo importante en sí mismo. Varias revistas contienen artículos sobre el rol que debería el arte desempeñar, además de lo reflexionado por algunos teóricos como Proudhon, Kropotkin, Tolstoi, Rocker y Herbert Read, entre otros.

Lily Litvak en su libro La mirada roja-Estética y arte del anarquismo español (1880-1913), nos dice "... el anarquista otorga al arte una misión moral-social ineludible; debe revelar las llagas de la sociedad capitalista..." Esta óptica fue compartida por otros movimientos políticos como el socialismo. La exacerbación de este concepto del arte se denominó realismo socialista, de consecuencias retardatarias para la libre expresión del arte. Como paradoja, podemos recordar que el stalinismo condenó la obra de Pablo Picasso (ferviente militante comunista) como arte degenerado, sucediéndole de igual manera a los exponentes del expresionismo alemán con el nazismo.

No obstante, Litvak nos aclara: "...sin embargo, la actitud iconoclasta e individualista de los ácratas y el pluralismo ideológico que alienta el movimiento hace que no caiga en el determinismo de las "ciencias" socialistas del arte..."

Fue sorprendente descubrir la cantidad de publicaciones que recibía y difundía esta Federación Libertaria y lo que ella publicó con diferentes grupos editoriales, pasando inclusive por distintas etapas de concepción estética. Podemos recordar como ejemplos a la revista Reconstruir; de gran aporte teórico, pero desinteresada por el aspecto gráfico o plástico. Mientras que la revista Hombre de América, además de contar con valiosos artículos, puso un gran esfuerzo en la concepción estética, dándole una gran importancia a la difusión de las artes plásticas y contando sus tapas con grabados, dibujos y fotos con imágenes de tipo indigenista.

En la misma línea también podemos citar a las españolas Revista Blanca, sumamente austera en su gráfica, y Estudios, de tapas y afiches de gran colorido, con temas recurrentes pero abordados con diferentes resultados: la guerra, el fascismo, la lucha social, las religiones, son tratados en composiciones con una búsqueda simbólica interesante, cayendo a veces en imágenes un poco ingenuas. Es importante destacar que esta publicación también se interesó por el desnudo, en general femenino, otorgándole a éste una marcada combinación entre sexualidad y belleza.

Se podrían citar una gran cantidad de ejemplos, inclusive de publicaciones actuales de aquí y del resto del mundo.

Muchas veces hemos intentado reflexionar sobre la estética de esta casa, de quienes la habitaron y habitan. Ya sobre el final de este artículo nos arriesgamos a decir que no nos parece casual el material bibliográfico y de archivo que aquí se acumuló, muchas de estas publicaciones de posición ideológica opuesta a la de esta casa. Ni los diferentes proyectos que bajo sus techos se realizan. Ni la cantidad de individuos o grupos a los cuales ella ha dado albergue para la realización de sus objetivos. El convivir con lo diferente fue la práctica, muchas veces trunca, que los libertarios intentaron e intentan llevar a cabo, y ello agrega a las dos concepciones estéticas anteriores una más que podríamos llamar estética de la diversidad.

Apostar a ella no es menos que apostar a la tolerancia, una norma estética que, para muchos, hoy parece estar lejos de ser vanguardista o revolucionaria.

 

D.B.